jueves, 28 de julio de 2011

La décima anécdota:

Cuando estudias gastronomía, normalmente la clases son muy practicas.
La anécdota siguiente, comprueba la facilidad con la que le puedes lavar el cerebro a un chef  que no tiene la experiencia laboral suficiente como para impartir clases.
Cuando llevamos “Cocina Vanguardista” ya casi al final de concluir el ciclo, cambiaron el chef instructor, recuerdo que a pocas clases de dicho cambio,  toco una clase en la cual prepararíamos un helado de plátano macho y un estupendo hot dog invertido, en dicha clase mi equipo de trabajo nos repartimos la recetas 2 de los integrantes prepararían el helado y los otros 2 el hot dog, pero como ya sabemos, nuestra escuela normalmente cuenta con algunos instrumentos de cocina los cuales funcionan pero en realidad no sirven, por ejemplo: Las licuadoras.
Mis compañeros al empezar a elaborar el helado,  primero tenían que procesarlo en puré y como ya mencione, la licuadora no funcinadaba del todo bien, pues resulta que en momento, la licuadora empezó ahumar y para nuestra desgracia no quedaba mas plátano, buscando una solución al accidente decidimos presentarlo de esa así al chef instructor, al preguntar el chef que si como se había preparado el helado, uno de mis compañeros respondió: -es un helado de plátano macho con toques ahumados- (y como se podrán imaginar lo primero que uno piensa es: -No le va a gustar-) e inmediata mente el chef contesto -….. mmmmmmmm…. Esta delicioso chavos…..-
La pregunta del millón de dolares, ¿sera posible que esta persona no tiene el sentido del paladar? Por que en lo personal  y opinión de mis compañeros de equipo, ¡¡¡el helado estaba asqueroso!!!. Pero bueno, una vez mas comprobamos la capacidad que los instructores tienen para transmitir conocimientos a sus alumnos.
Nota: ¡¡¡¡¡¡Si de esta manera aprenden los alumnos de gastronomía, solo, imaginen como serán los chef de un futuro no muy lejano.!!!!!!

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